Una red que simboliza la unión
Un grupo de laicos avanzó por el césped. En sus manos en alto llevaban una red de hilo blanco que fue uno de los tres signos que le entregaron anoche al flamante arzobispo. “Esto significa unión; es la red de vinculaciones en la que todos trabajamos juntos para un mismo fin; como iglesia estamos representados todos los movimientos”, detalló Marcelo Rodríguez. A su lado, Claudia Venegas, acompañaba al grupo. “Esta fiesta es una alegría; es tanta alegría como aquella vez que nos enteramos que Jorge Bergoglio era el nuevo Papa”, remarcó.
Manzur y Alfaro, juntos en el césped
El gobernador Juan Manzur y el intendente de la capital, Germán Alfaro, compartieron ayer la ceremonia religiosa. Ambos estuvieron acompañados por sus esposas y otros funcionarios.
Con el sello de los jóvenes
“La mochila como signo de entregarle nuestras cosas a la voluntad de Dios; la guitarra como ese instrumento que es la alegría de la juventud y la palabra como el centro de nuestra acción”, detalló Pamela Catán. La Pastoral de la Juventud ofreció sus signos.
Una alegría que se contagia
La hermana Patricia de la Cruz compartió la espera con Emilse Ballesteros, Milagro Mansilla, Stella Figueroa. “Rogamos para que nunca se apague la alegría del padre Sánchez”, dijo la monja
Signo que representa a los consagrados
“Nos pidieron sumarnos a esta gran fiesta y nos enorgullece, porque somos parte de este pueblo de Dios, somos parte de esta iglesia y este signo de alguna manera representa a todos los consagrados”, afirmó la hermana Patricia Roldán. “Quisimos ponerle una nota distintiva con el dibujo que representa el ícono de la Conferencia Latinoamericana de Religiosos.
Una madre emocionada
Eugenia Pacheco empujaba el coche de su pequeño hijo, Jesús Nicolás Sir, de un año. Con lágrimas de emoción, la mujer explicó que no podía perderse la asunción del arzobispo, porque debe cumplir un pedido a Dios por la salud de su hijo.
Sin una pierna.- Alberto Santillán tiene 26 años. Hace seis meses sufrió un accidente en moto, cuando iba a trabajar a una panadería, a la madrugada. Tras el accidente, le amputaron la pierna derecha. El joven entró al estadio de Atlético Tucumán con sus muletas, junto a sus dos hermanas. “Creo que estábamos huérfanos y nos sentimos muy a gusto, porque el padre Sánchez es una buena persona -dijo Alberto-; cuando a mí me pasó esto, yo no tenía consuelo, pero él me ayudó a superarlo y yo soy muy agradecido”, resaltó. Nada le impidió al joven subir a la zona de platea junto a sus hermanas Josefa y Norma. Los hermanos llegaron desde la calle España al 4.300 para presenciar la ceremonia religiosa.
Sombreros y pines.- En los alrededores del estadio había vendedores ambulantes que ofrecían a los fieles sombreros de rafia, vinchas y pines con la imagen de Monseñor Carlos Sánchez. Los pines costaban $ 10 y los sombreros, $ 100. Colaboradores de agrupaciones católicas vendían a $ 15 calcomanías con frases del prelado y su imagen caricaturizada y con una sonrisa.
“De igual a igual”.- Adalberto Suárez y su esposa Fátima Puca llegaron temprano al estadio. El matrimonio, que vive en el barrio El Parque, se ubicó en la tribuna a la espera de la ceremonia. Luz Milagro, ocultaba su timidez en los brazos de sus padres. “Al padre Carlitos lo conocemos desde que iba a la Divina Misericordia -dijo Adalberto-; es un gran hombre; lo más sencillo que Dios nos ha regalado. Uno puede charlar con él de igual a igual”, dijo.
En la platea.- Desde Banda del Río Salí, Roberto Castro y su esposa María Peralta no querían perderse la ceremonia. Entraron a las 17 al estadio y se ubicaron en una de las plateas junto a su hijo Alan Raúl Castro. “Nosotros venimos de la parroquia San Francisco Solano”, explicó la mujer. A su lado, Roberto dijo que el nuevo arzobispo es un genio. “A todos nos alegra que él sea nuestro pastor”, remarcó.
Una misión.- “Me encomiendo a la Virgen del Valle por el padre Sánchez; queremos que le vaya bien y en esta gran misión que tiene por delante”. Así se expresó Juan Carlos Villafañe, un vecino de Banda del Río Salí que participó en la procesión y luego entró al estadio para presenciar la ceremonia religiosa.